"A mi B. con todo el amor y cariño del mundo, pues bien sabe que mis palabras salen escritas y no habladas."
Cual artista amasa el barro, moldeaste mi ser hasta esparcirlo sobre la superficie, desdibujando cada palmo de la piel, despegando la carne del hueso, llegando al corazón tan sólo con tus manos.
Trabajaste sobre la telaraña tejida con nervios de acero y la desandaste, la puliste, la dominaste con el candor de tus dedos.
Afloraste todos los sentidos que puedan acompañar a esta mi esencia, reconstituiste la materia con el delicado tacto de una flor, transmitiendo luz y calor.
Mil gracias, mi cuerpo salvaste del ahogo, de la intoxicación, de las brumas de la desesperación, del cansancio y la pesadumbre. Alineaste mi espíritu, depositaste sensibilidad, comprensión, conciencia y entendimiento.
Esas manos se verán felizmente recompensadas tarde o temprano, tanto trabajo y sacrificio pronto verán su fruto, la siembra pronto has de recoger. Lo has hecho bien, con calma, con esmero y dedicación, con ilusión y con amor.
El velero pronto recalará a buen puerto, estoy completamente segura.
Gracias mi niña, mi pequeño tesoro.